Castillo de Vincennes

El castillo de Vincennes es uno de mis lugares favoritos de París. Para empezar es el único palacio medieval que queda en París y está rodeado por un precioso bosque en el que los antiguos reyes cazaban. No se trata de un palacio normal con sus cursis decoraciones y sus exposiciones de muebles: aquí de lo que se trata es de admirar la arquitectura algo tosca pero bella del estilo gótico civil. Como me encanta la historia medieval y es un monumento único y diferente a todo lo que hay en París, recomiendo absolutamente visitar este palacio. Además, todo son ventajas: se puede entrar con la tarjeta Museum Pass, la línea 1 del metro deja en la puerta, no está masificado y se puede visitar en un par de horas. Es un lugar cargado de historia ya que no sólo fue residencia oficial de los reyes de Francia en la Edad Media, sino también cárcel. Entre sus ilustres prisioneros se encuentran Enrique de Navarra, quien estuvo preso durante las guerras de Religión antes de abjurar del protestantismo y convertirse en el rey Enrique IV, el Marqués de Sade, Diderot, el general español José de Palafox y la espía Mata-Hari. De hecho, en algunas estancias utilizadas como celdas aún se pueden ver los graffiti que realizaron los presos. Como único inconveniente decir que hay que estar en forma porque hay que subir y bajar unas escaleruchas de caracol bastante empinadas.

Muralla exterior del castillo 

 

Muralla interior

 

Torre del Homenaje

 

Murallas exterior vista desde dentro

Imagen de la celda de Sade

 

Algunos dibujos realizados por presos

Detalle de los techos

 

Chimenea

 

Crucería de una pequeña cúpula 

Dentro del recinto del castillo hay una pequeña iglesia gótica en la que se guardaron las sagradas reliquias hasta que se acabó la construcción de la Sainte Chapelle, cuyo piso principal es réplica casi exacta de esta capilla de Vincennes.

 

La capilla por fuera...

...y por dentro.

Además de la parte medieval, que es la que puede visitar el público, hay unos edificios anexos que se construyeron para servir de residencia a Luis XIII durante su minoría de edad y a su madre María de Médici. Estos edificios no se pueden visitar porque pertenecen al Ejército y albergan oficinas y archivos, así que no es nada extraño ver por allí soldados o vehículos militares.

Antigua residencia de Luis XIII y su madre

En conclusión, puedo decir que es una visita muy recomendable e interesante: todos aquellos a quienes se lo he recomendado han salido encantados del castillo.