domingo, 13 de marzo de 2016

Una semana difícil

La semana que acaba ha resultado bastante dificil de llevar. El martes por la noche comenzó una huelga que duró más de 24 horas y en la que buena parte del transporte público estuvo paralizado. El metro no funcionaba mal del todo pero los trenes de cercanías (RER) funcionaban a una cuarta parte de su frecuencia. Eso repercutía en el metro ya que había bastante más gente de la habitual. También hubo varias movilizaciones y manifestaciones en el centro de París y en los barrios, pero sin atercados importantes. Los sindicatos habían convocado esta huelga en protesta por la reforma laboral que el Gobierno está tramitando. Los franceses suelen decir que el deporte nacional es la huelga ya que se convocan huelgas generales cada dos o tres años y huelgas sectoriales casi todos los meses. Como consecuencia de la crisis, en los últimos años las protestas se han recrudecido y las diferentes medidas para reincentivar la economía no han satisfecho a los trabajadores ni a los empresarios (a unos por ser muy duras, a otros por no serlo). Aunque la ley está todavía en fase de estudio, ya ha sido modificada como concesión a la presión de los ciudadanos.

 El transporte público afectado por la movilización social

La Francia insumisa
Ésta ha sido también la semana de EU Sequana, el simulacro de inundación que el Ayuntamiento ha organizado para tener todo listo en caso de crecida del Sena. Ha habido diferentes actividades con participación de bomberos, policías y equipos de rescate de diferentes países de la Unión Europea. Además de los ejercicios en sí, después habrá una puesta en común de las conclusiones para mejorar la respuesta de los poderes públicos a la hora de tomar decisiones en caso de una inundación. La idea está bien y además ha permitido que el nivel del Sena sea más alto que en semanas anteriores, aunque se ha pasado las últimas tres semanas sin para de llover de manera que antes o después se iba a dar una gran crecida. Como soy de Zaragoza, conozco bien las consecuencias de una crecida y más si el gobierno de turno está lleno de incompetentes que no saben lo que hacen y con su indolencia hacen que los vecinos pierdan sus cosechas, su ganado, sus casas... Lamentablemente, esto pasó la pasada primavera coincidiendo con la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas. En París es diferente porque el río está muy bien canalizado y hay zonas verdes en la áreas estrátegicas de una inundación como los meandros. No obstante, prevenir vale más que curar y el EU Sequana se está desarrollando sin incidencias y sin apenas incomodidades para los vecinos.
¡Vaya trago!
¿Estáis preparados para afrontar la crecida? La pregunta es si lo está la administración


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